Este año los Reyes Magos traen bolsas repletas de Drones para repartir por el mundo. Es el regalo más buscado estas navidades, y además el próximo año 2017 supondrá la expansión a nivel mundial de estos aparatos voladores.
En EE.UU las pruebas con drones comerciales de reparto no cesan. Por ejemplo los clientes de 7-Eleven reciben sus pedidos para comer y beber con un servicio de drones repartidores, también medicamentos sin recetas son transportados con éxito por los pequeños drones.
Norte América es así. Ya han sido registrados más de 550.000 drones en poco más de un mes, y desde el mes de agosto, están presentes las regulaciones que dotan a los operadores de drones, de los certificados necesarios para pilotar drones, con casi 23.000 licencias emitidas.
En España se prevé que la adquisición de drones por parte de la población en general vaya aumentando. Las aplicaciones son múltiples y los resultados buscan la comodidad, la velocidad y la flexibilidad en las tareas a realizar.
La Seguridad es la tarea pendiente del gobierno, en cuanto a que se puedan acometer reglas de uso y disfrute de los drones, en las ciudades de nuestro país.
Ya se especula con la idea de que los drones puedan vigilar o patrullar nuestras carreteras y alertar al personal de emergencia de los accidentes ocurridos. La rapidez de la señal de alerta sería el valor más destacado.
De otra parte los drones fisgones, espías o simplemente curiosos de la propiedad ajena, coartan la libertad de los ciudadanos en general. En este sentido Mississippi estableció una ley que tipifica como delito grave, con una pena de hasta cinco años de prisión, el hecho de que cualquier vecino entrometido sea sorprendido furtivamente espiando a los demás con su dron.
Con todo las soluciones a estos problemas se van estableciendo y aplicando en algunas ciudades. Hay que pensar que la expansión de los drones es imparable, y avanza frenéticamente hacia el futuro.